martes, 29 de octubre de 2013

XXVIII - El caballero sin cabeza

Sábanas negras, sábanas en movimiento, sábanas húmedas del sudor, mar de algodón negro,
sepultura de emociones abortadas.
El sujeto predicaba al predicado alguna historia.
El predicado juguetón se la aprendía de memoria.
sintaxis oscura, de sintagmas y estigmas tétricos.

Sábanas negras, cuervos gimiendo graznidos sombríos, en una vorágine de ébano.
cera negra fundida, noche de luna nueva, glaciar de moscas en cascada, besos marchitos.
Taciturno gesto, túnel incorrupto, trágico viaducto sentimental.

Sábanas negras, palacio de malaquita, vaivén de cartas de seda de un ejército de picas.
As impetuoso, de tréboles frondoso, de corazón podrido y sota enterrada, comodín con esmoquin.
Pozo tenebroso, rezumando sudor, reverberando los aullidos, los arañazos de dos tullidos.

Sábanas negras, mortaja umbría, yin yang teñido de descomposición.
Jinete sin cabeza, abandonó a su montura, infeliz criatura...
Pues de Atila se sabe, que era su caballo el que no hacía crecer la hierba.

Sábanas negras, velo gris, niebla frondosa, océano de tinta.
Coliseo de leones negros devorando cristianos vivos.
Mártires, bestias, prostitutas y gladiadores.
Placaje y embestida, degüello ritual.

Un caballero negro, sin cabeza.
Un ser gris sin materia gris.
Un semental indómito y sodomita.
Una guillotina negra,
Una herradura añil,
Una fiera,
Un guerrero muerto de cansancio,
Un guerrero presa de las alimañas,
de negras las entrañas,
más negro era el rocín.
Maldito una y mil veces.
De principio a fin