jueves, 20 de marzo de 2014

XXXV - el niño solomillo

El telón se corrió, como de costumbre antes que él. Allí estaba desnudo y sudoroso, acelerado, con el peso de sus amantes sobre sus piernas. El foco iluminó a la foca. Mamífero con mucho de pez, no se sabe bien si trucha o besugo, pero sushi al que se lo comían crudo.

Cien ojos miraban, atentos a cualquier movimiento, sonido o respiración. Y es que el niño solomillo era un espectáculo, vivía su vida como si fuera una broma, profetizando su muerte a los treinta y de algo cardiovascular, rodeado de una manada de gatos negros seleccionados genéticamente.

El niño solomillo sabía que era insoportable en realidad, un pequeño dictador enterrado en un vórtice de grasa. El niño solomillo se apellidaba soledad. No era bueno para nadie, ni para si mismo. Por eso se embutía entre cuatro paredes dejando a las placas de ateroma hacer lo que nunca se atrevería por si mismo. El niño solomillo no se soportaba, ni quería ser soportado, bastante hacían ya todos. Lo único que al parecer sabía hacer era dar pena, pene, calor y frío.

El niño solomillo no creía en el amor, sabía que era un transexual canario, ni en el amor propio. Eso no quiere decir que no estuviera hambriento en una continua caquexia emocional. Pero sabía que no podía aspirar a algo tan bioquímico, pues moriría por el síndrome de realimentación propio de los desnutridos.

El niño solomillo era superficial y al mismo tiempo profundo. Tenía un encanto superficial rico en calorías. Un fenómeno de masas con su propia fuerza de atracción, repulsiva para muchos que entraban en su órbita.

El niño solomillo se reía de todo, entre hipoxia e hipercapnia matutina. Un análisis complejo de algo tan simple. Víctima y verdugo. El público aplaudía, el fenómeno Rosa de OT era algo inexplicable. Grandioso.

El niño solomillo no era amado por nadie, sólo era objeto de la libido de hordas de parafílicos. Un pañuelo de papel, una pelota amorfa de aristas curvas.

Emociones maquilladas en una espiral de frivolidad.

El niño solomillo puede ser cruel con todos, porque lo es consigo mismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario